miércoles, 6 de octubre de 2010

Periodisina I

Abandonob 0 - Rosario Central 2
Y vos chabon... ¿ahora qué vas a festejar???

 - 02.09.2002
Por Guillermo Fechenbach
Lo merecía la gran familia canalla.  Fueron años de sinsabores.  Los últimos tiempos del “Patón”, los  tiempos de Jota Jota López, los de Teglia, etc., alejaron a Central del protagonismo en los torneos y lo acercaron peligrosamente a la zona del descenso.  A los pechugas no podíamos ganarle desde el histórico 4 a 0 del abandono. Estábamos buscando revertir la historia y por suerte lo logramos este domingo 1º de setiembre en la era Menotti.  Les ganamos en el estadio municipal, les quitamos el invicto, rompimos un maleficio de años sin ganar en el terreno comunal… y quedamos como punteros absolutos del torneo.   Todo por el mismo precio, gracias a los goles de Lucho Figueroa y Tom Arriola.  Por eso el cantito: Oi Oi Oi Oi…  Oi Oi Oi Oi…  Oi lo c…. a Niul sol boy.
El partido arrancó mejor para ellos.  Porque presentaron un equipo cortito, que peleó mucho en mitad de campo y obtuvo por algunos minutos el dominio de la pelota.  Hubo un par de situaciones frente a Castellano que sin duda nos preocuparon.   Pero rápidamente desde el banco se acomodó mejor al mediocampo canalla.   Pino bajó unos metros,  De Bruno achicó con muy buena ubicación y se les cortó la circulación de pelota.   A medida que Central se encontraba con su juego, ellos comenzaron a desesperarse.  Cometieron una falta tras otra, Baldassi sacó varias amarillas y el partido se hizo bastante cortado y confuso, aunque siempre con la iniciativa canalla.
Tuvimos dos grandes ocasiones para ponernos en ventaja, pero el travesaño dijo que no.  La primera fue un tiro libre de Daniel Quinteros, y la segunda un remate desde el borde del área a cargo de su homónimo Marcelo.  Los canallas nos agarrábamos la cabeza, porque la pelota evidentemente no quería entrar.  Pero Central seguía siendo más, imponía su personalidad en el juego y ellos ni siquiera podían intentar un contragolpe exitoso, que era lo que habían anticipado algunos de sus jugadores durante la semana, a favor de que Central es un equipo generoso, que siempre va para adelante y que puede dejar espacios grandes a espaldas de los volantes.
Sobre el final de la etapa vino el ansiado gol.  Fue todo un golazo, por su concepción y por su definición.  Comenzó con una demostración de habilidad de Luciano de Bruno para sacarse gente de encima en la mitad de cancha, la inteligencia de verlo solito a Rivarola para ponerle un largo y medido pase, el exacto pelotazo a la olla de Pirulo que lo vio solo a Figueroa, y el cabezazo del rubio Lucho, a menos de diez metros del arco, sin marca, preciso e inatajable.
No fue la última emoción de la etapa.  Porque en una muestra del evidente descontrol que había invadido a los del tórax hipotérmico, en una jugada intrascendente en la mitad de cancha, Liendo aplicó un cabezazo intencional a Rivarola a un metro de Baldassi,  El justiciero cordobés sacó la roja inmediatamente y los dejó con un hombre menos.
La segunda parte mostró a Central muy tranquilo y seguro de sus fuerzas.  Ellos trataban de crear algo, pero sin orden y sin fútbol.  Algún tiro libre, algún corner fue lo máximo que lograron.  Central tuvo mucho más y mejor la pelota, no se desesperó, tuvo poca explosión, es cierto, pero controló las acciones.  Tanto que hubo varias oportunidades desperdiciadas que pudieron haber definido el partido mucho antes del final.   Fue increíble cómo Mandra, sobre los 20 minutos, marró dos veces a metros del arco: la primera la devolvió Passet como pudo y en el rebote Martín la mandó a cualquier lado, cuando parecía más fácil meterla que errarla.
En un corner ellos lograron un gol con dos cabezazos en el área que el juez de línea mundialista Ratallino hizo anular, porque Carucha Lagorio lo obtuvo en posición adelantada.  Los televisores  -el partido se transmitió en directo por los cables de Rosario-  certificaron que el línea estuvo acertado en su decisión.  Y no hicieron mucho más.  Central seguía mandando y creando situaciones.  Sobre los 34 otra vez Mandra tuvo en sus pies la posibilidad de aumentar, tras recibir un gran pase del Tom Arriola.  Hamacándose en el sector izquierdo del área quedó en muy buena posición frente a Passet, pero el remate fue realmente malo.    Un par de minutos más tarde se lo perdió Delgado, en un rápido contragolpe gestado por Mandra.  A toda velocidad el Chelito ingresó al área, puso el freno para que pase de largo Ponzio, y remató apenas desviado desde una posición más que buena.
Faltaban cuatro minutos para el final y pudimos respirar más tranquilos.  Otra jugada rápida iniciada también por Mandra, que se la cruzó al Chelito que atacaba por la derecha. El preciso centro de Delgado lo recibió el Tom a la carrera y fue el segundo de Central.  Partido liquidado. Veintidós años liquidados. Demostración indiscutida de superioridad técnica y física.  Recuperación de la punta gracias a la derrota de River. ¿Qué más podemos pedir para iniciar el mes de la primavera?
Pero no toquemos el cielo con las manos.  Ya hace algunas semanas citamos al pensador porteño que promueve el agua oxigenada, cuya expresión “paso a paso” le viene muy bien a Central.  Vamos bien y queremos seguir bien.  No pensemos en hazañas.  Pensemos en ganar el sábado (porque nos toca el televisado de la noche) y después vemos.  Central se ha convertido en un rival temible para todos, a favor del buen trato de pelota y de la confianza que van adquiriendo los jugadores menos experimentados.  Si al final de la historia estamos peleando algo más que salir de la zona del descenso, cosa que estamos haciendo ahora, bienvenido sea. Mientras tanto, sigamos disfrutando.  Oi Oi Oi Oi…  Oi Oi Oi Oi…  Oi lo c… a Niul sol Boy

No hay comentarios:

Publicar un comentario